VUELTA AL FÚTBOL SIETE

Por fín, mi talón ya estaba pidiéndolo a gritos. 

Jugar a futbito después de catar ese campo, aunque sea de entrenamiento y no se pueda reservar (ja!), es un asco. Menos mal que el sábado nos reunimos suficientes para jugar allí pese a la baja de última hora de Ander (el sms que recibí a las ocho de la mañana dejaba leer entre líneas la ilusión que tenía de ir de compras con la mujer, y hasta ahí puedo leer).

Como digo, futbol siete con la presencia en la banda de Pablote  Jon I, que estuvo en un tris de salir a jugar con zapatos y vaqueros. De hecho, quiso sacar un corner y le faltó un pelín de ayuda por parte de algún azul generoso para haberlo conseguido. Ni que decir tiene los gritos de ánimo que ambos compañeros lanzaban sin recato alguno.

Victoria de los azules, una más, por dos goles de diferencia. Cinco a tres, si no me equivoco. Y si me equivoco ganaron los rojos ocho a uno.

Hay que decirlo, porque hay que decirlo y bien alto, que los rojos SOMOS GILIPOLLAS. GILIPOLLAS, que es sinónimo de atontaos, buenazos, tontosdelculo, pagafantas,etc.

El que quiera saber porque lo digo y no apareció por el campo el sábado, que lo pregunte, seguro que algun alma caritativa puede explicárselo con pelos y señales.

Yo ya estoy pensando en la copa, la liga la doy por perdida a estas alturas. Una pregunta: ¿a que alturas estamos? Si alguien sabe la respuesta que conteste.

Y eso…y tal.

Hala!