GRACIAS, JOS, POR LOS ALIMENTOS QUE NOS ORGANIZASTE

Que fácil se acostumbra uno a dejar las cosas: martes noche y aun no he escrito la crónica. ¿Se me estará pegando el espíritu rojo? Ya no sé si soy rojo o azul o azul o rojo. Una semana más fuimos impares en el campo pero estábamos bastante gente así que no se noto demasiado.
Ganaron los azules por cuatro o cinco goles, no lo recuerdo bien y lo cierto es que no pegaron un buen repaso pese a que los rojos lo intentamos (de verdad que si, Jos).
Después del partido tomamos un cacharro en el judío y otro en los canarios y nos fuimos a la jamada. Hacia un día cojonudo y dentro se estaba de vicio. Eso sí, nos sobraron como seis cubiertos (Jos fue el encargado de llamar y creo que tuvo que rectificar dos veces a lo largo de la semana) así que ya le podemos agradecer las gestiones que la gente viene a comer pero no organiza nada (yo el primero, que conste, gracias Jos).
El “café” posterior a la jamada fue en otro sitio cerquita muy chulo (pese a que celebraban unas comuniones) donde hubo disparidad de criterios a la hora de elegir la mesa donde sentarnos. Allí estuvimos todos los comensales hasta que los primeros obligados tuvieron que dejar la animada charla y se fueron con la cabeza gacha mirando de reojo a los que nos quedamos. Sobre las siete y algo nos fuimos los demás y a partir de ahí no se mas. Yo me fui a casa y se que alguno tenía ganas de juerga (ya nos enteraremos este fin de semana, supongo).
Bueno, nos vemos el sábado (si el abductor me deja).

Aaaagur!